En estos días se puede apreciar en los olivos el momento de su floración con bonitas imágenes como ésta tomada en la finca del Majuelo que en principio harían presagiar una buena cosecha de aceituna. Además de esta abundante floración, la Universidad de Jaén informa de los altos niveles de polinización que estamos teniendo en estos días, superando los 10.000 granos de polen por metro cúbico.
 |
| Fotografía de Juan Manuel García Pérez |
Pero la clave de la próxima cosecha está en el futuro cuajado en fruto. Y ahí es donde vienen los problemas pues a pesar de que el olivo es sabido que es un árbol robusto y capaz de resistir bajas temperaturas en invierno (hasta -10º) y altas en verano, éstas últimas le son perjudiciales, sobre todo, durante el período de floración. Y si además, las altas temperaturas coinciden con una escasez de agua, la situación se agrava.
En estos días estamos acudiendo a una ola de calor, con temperaturas por encima de lo normal para estas fechas, lo que está provocando preocupación entre los olivareros por las consecuencias que pueden traer.
Y no faltan razones para esa preocupación ya que las condiciones climáticas que provocan un bajo cuajado del fruto del olivo son precisamente las temperaturas por encima de los 30º, precisamente las que estamos sufriendo en estos días. Las altas temperaturas inhiben el crecimiento del tubo polínico, producen la desecación del estigma y el aborto del embrión. Y si eso se confirma, sin duda alguna, la próxima cosecha no tendría la magnitud deseada, ante todo tras la pésima cosecha anterior.
Las previsiones climatológicas anuncian próximamente temperaturas más acordes con la época pero sin embargo, no anuncian algo tan imprescindible, la lluvia. Confiemos un poco en la naturaleza y esperemos que al final las condiciones permitan una cosecha aceptable para el mundo del olivar del que tanto depende nuestro pueblo.
Las previsiones climatológicas anuncian próximamente temperaturas más acordes con la época pero sin embargo, no anuncian algo tan imprescindible, la lluvia. Confiemos un poco en la naturaleza y esperemos que al final las condiciones permitan una cosecha aceptable para el mundo del olivar del que tanto depende nuestro pueblo.
