Tras las fuertes emociones a consecuencia de la noticia de la nueva hermana mayor de la cofradía de la Virgen de la Cabeza correspondía la tradicional visita a su casa. Y así ocurrió, la comitiva se puso de nuevo en marcha y visitaron a Queca y Agustín en su domicilio para darle a besar la imagen del cetro de la cofradía que durante este año ellos serán sus felices guardianes y portadores también a lo largo de este año.
Pero antes de llegar a la casa de los nuevos hermanos mayores se produjo un encuentro en la calle de la nueva hermana mayor con Juana, su madre, una gran devota de la Virgen de la Cabeza. Devoción que continúa transmitiéndose en esta familia en la que hay que recordar al padre de Juana, Bartolomé Hernández López que fue mayordomo en los años 1944 y 1955 y del que ella nos recordaba cómo en una de las mayordomías había matado dos becerras para dar de comer a todos sus invitados.
Pero antes de llegar a la casa de los nuevos hermanos mayores se produjo un encuentro en la calle de la nueva hermana mayor con Juana, su madre, una gran devota de la Virgen de la Cabeza. Devoción que continúa transmitiéndose en esta familia en la que hay que recordar al padre de Juana, Bartolomé Hernández López que fue mayordomo en los años 1944 y 1955 y del que ella nos recordaba cómo en una de las mayordomías había matado dos becerras para dar de comer a todos sus invitados.
