domingo, 9 de agosto de 2015

NOVENA EN HONOR DEL GLORIOSO PATRÓN SAN ROQUE.4º DÍA

CUARTO DÍA DE NOVENA EN HONOR DEL GLORIOSO PATRÓN SAN ROQUE




Oración para todos los días
Omnipotente Dios y Señor de los cielos, en cuyas manos está la salud y el remedio, la muerte y la vida y para que se conserven los hombres en ella, y sanen de sus enfermedades todas, no solo pusiste tantas virtudes en las yerbas y plantas, sino que a tantos y tan diversos de tus santos, constituiste especiales abogados, contra tantas y tan diversas enfermedades, como a las que vivimos sujetos los hombres; y en especial, concediste, al bienaventurado Sr. S. Roque, fuese protector contra todo género de enfermedad epidémica y contagiosa; lo cual, el mismo santo, estando para morir, tocado del contagio, os pidió y vuestra majestad le concedió, según se vio en la lámina, que milagrosamente se halló junto a su santo cadáver luego que expiró, en que decía: “Los que fueren heridos de peste, e implorasen el favor de Roque, alcanzarán salud”. Yo os suplico y humildemente os ruego, que pues tu dijiste, que primero faltarían los cielos y la tierra, que tu santísima palabra faltase, por que la diste al bendito Sr. S. Roque, y por aquella gran caridad con que asistió a los apestados de Roma, Acuapendente, Cesena y Plasencia, atendáis a los pueblos de nuestra España, para librarnos ahora y siempre de todo contagio y epidemia; no solo Señor te pido nos libres del que amenaza a los cuerpos, si que también del que mata las almas, que es la culpa, librando la mía y la de todos los católicos, del de las herejías y malas doctrinas, cuya infección debemos temer, como castigo, el de la pestilencia, y otros de su santísima justicia: lo cual Señor, te pido en esta novena, junto con la salud de nuestros católicos reyes y de la cabeza visible de la Iglesia, nuestro Pontífice N. Exaltación de nuestra santa fe católica, y a mí gracia, para hacer esta novena, con aquella disposición, que sea más agradable a vuestros santos ojos: a ti, Señor, que con el Eterno Padre y el Espíritu Santo, vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Ahora se rezan cinco Padre Nuestros y Ave Marías gloriados en memoria de los cinco años que estuvo preso el Santo.
Oración para el día cuarto
Amantísimo Señor de las almas, cuya caridad os hizo bajar del cielo a la tierra en cuerpo visible y mortal y encargarte de todas nuestras enfermedades y dolores, trabajos y penalidades, como si fueran propias vuestras. Tú, Señor, que al bendito Sr. S. Roque de tal suerte le hiciste imitar esta compasión con sus prójimos, que en el hospital de Acuapendente estando en el tiempo que allí llegó, tan apoderada de aquella provincia la peste, sirviendo a todos con tanta caridad, y a los mas, solo con hacer la señal de la cruz los sanó; yo te suplico humildemente ruego, por vuestro amor santísimo y por la caridad de este bendito siervo, que a mí, y a todos los que nos valiésemos de su protección, nos alcance la virtud de tu Santa Cruz y de la que tu Santo hacía para preservarnos del contagio de la culpa y de la epidemia que amenaza a estos pueblos, para que conozcan y vean las otras naciones del mundo lo mucho que tu Majestad santísima favorece a aquellos a quienes tu siervo ampara, y para que podamos decir que por tu Cruz santísima, cuya señal llevaba siempre en su cuerpo y por los méritos con que la supo llevar, logremos en esta vida, la preservación del contagio y epidemia para los cuerpos, y de las almas la conservación de la gracia para ir a veros y gozaros en la Gloria, donde con el Padre y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Ahora se hace a Dios la súplica de lo que cada uno quiera conseguir por la intercesión del Santo. Después los gozos y la oración final.
Gozos al Señor San Roque
Roque que con dulce amor, serviste al desvalido,
Al enfermo y afligido dispensad vuestro favor.
1.-Pisando mundanas glorias, por Jesús te hiciste pobre y porque todo te sobre su cruz sólo es tu memoria: Oh corazón encendido en el celestial fervor.
2.-Todo el fausto reduciendo a un bordón y a una esclavina, tu ardiente celo camina en ir al pobre sirviendo, siempre en Dios embebecido por caritativo amor.
3.-De Roma y toda su tierra, de la cruz con la señal, la pestilencia mortal vuestro celo la destierra, favor que os ha concedido el divino redentor.
4.-Partiste luego a Plasencia en busca del apestado, y con tu amor y cuidado desechó toda dolencia, aquí saliste herido de una saeta al rigor.
5.-Libre ya de este accidente, volviste a vuestro estado, y fuiste aprisionado por vuestra vasalla gente, esta afrenta habéis sufrido con un cristiano valor.
6.-En la prisión ultrajado, dando ejemplo de paciencia, a la Divina clemencia rogáis por el apestado, no habiendo descaecido de caridad tu fervor.
7.-Al cabo de cinco años de tan bárbara prisión, vos estando en oración del mundo y de sus engaños, Dios te ha sacado y subido al cielo por morador.
8.-Ya conocido de cuantos fueron causa a tu prisión, te rinde veneración desechos en tiernos llantos, porque ya han reconocido tu santidad y su error.
9.-Sednos pues, Roque glorioso, defensor de todos males, pues entre angustias mortales os aclamamos piadoso, escuchad nuestro gemido y aliviad nuestro dolor.
V/ Ruega por nosotros San Roque
R/ Para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo

ORACIÓN FINAL
Dios que prometiste al bienaventurado Roque, que el que le rogase no sería tocado de género alguno de peste, cuya gracia y favor tan singular se lo comunicaste por conducto de un Ángel escrito en una tabla: Te rogamos, Señor, nos concedas a los que le tributamos alabanzas, e interponemos sus méritos y ruegos, seamos libres de la mortífera peste de alma y cuerpo: por Jesucristo Nuestro Señor que vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.