Sin duda alguna, la siguiente imagen traerá muchos y bonitos recuerdos infantiles para los arjonilleros que ya superan el medio siglo. En la misma se pueden apreciar las casetas ubicadas entre el actual Hogar del Jubilado y la Iglesia Parroquial. Dedicadas éstas al tiro y la venta de turrón y juguetes. Entre estas últimas destacaba la de la "Morita" que es donde solían comprarnos los típicos caballicos de cartón que era a lo más que podíamos aspirar la gran mayoría a finales de los 50 y principios de los 60. Para las niñas, las típicas muñecas de cartón. Pero eso sí, nuestra ilusión quizá fuese mayor que la que tienen los niños actualmente cuando reciben algunos de esos artilugios electrónicos. La primera de la izquierda es la caseta de aquella bajita y morena mujer que cuando llegaba al pueblo nos hacía feliz a todos los niños y que se ubicaba en la zona que actualmente ocupan los contenedores de basura que hay junto a la iglesia. Supongo que también recordaréis a su marido, al que conocíamos por su apellido, Cañones, y que me recuerdan que era de nombre Eduardo.
