viernes, 14 de agosto de 2015

NOVENA EN HONOR DEL GLORIOSO PATRÁN SAN ROQUE. 8º DÍA

 OCTAVO DÍA DE LA NOVENA EN HONOR DEL GLORIOSO PATRÓN SAN ROQUE
 





Oración para todos los días
Omnipotente Dios y Señor de los cielos, en cuyas manos está la salud y el remedio, la muerte y la vida y para que se conserven los hombres en ella, y sanen de sus enfermedades todas, no solo pusiste tantas virtudes en las yerbas y plantas, sino que a tantos y tan diversos de tus santos, constituiste especiales abogados, contra tantas y tan diversas enfermedades, como a las que vivimos sujetos los hombres; y en especial, concediste, al bienaventurado Sr. S. Roque, fuese protector contra todo género de enfermedad epidémica y contagiosa; lo cual, el mismo santo, estando para morir, tocado del contagio, os pidió y vuestra majestad le concedió, según se vio en la lámina, que milagrosamente se halló junto a su santo cadáver luego que expiró, en que decía: “Los que fueren heridos de peste, e implorasen el favor de Roque, alcanzarán salud”. Yo os suplico y humildemente os ruego, que pues tu dijiste, que primero faltarían los cielos y la tierra, que tu santísima palabra faltase, por que la diste al bendito Sr. S. Roque, y por aquella gran caridad con que asistió a los apestados de Roma, Acuapendente, Cesena y Plasencia, atendáis a los pueblos de nuestra España, para librarnos ahora y siempre de todo contagio y epidemia; no solo Señor te pido nos libres del que amenaza a los cuerpos, si que también del que mata las almas, que es la culpa, librando la mía y la de todos los católicos, del de las herejías y malas doctrinas, cuya infección debemos temer, como castigo, el de la pestilencia, y otros de su santísima justicia: lo cual Señor, te pido en esta novena, junto con la salud de nuestros católicos reyes y de la cabeza visible de la Iglesia, nuestro Pontífice N. Exaltación de nuestra santa fe católica, y a mí gracia, para hacer esta novena, con aquella disposición, que sea más agradable a vuestros santos ojos: a ti, Señor, que con el Eterno Padre y el Espíritu Santo, vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Ahora se rezan cinco Padre Nuestros y Ave Marías gloriados en memoria de los cinco años que estuvo preso el Santo.

Oración para el día octavo

Benignísimo Dios y Señor mío, que para librar a los hombres de la muerte, quisisteis vos sujetaros a morir por el hombre: Vos, Señor, que siendo así que tenías elegido al bendito Sr. S. Roque, para abogado, protector y tutelar contra las enfermedades epidémicas y contagiosas, y quisistes que también fuese herido de ellas, y que de ellas muriese: Yo os suplico, que ya que quisisteis que en esto os imitase y que su enfermedad y muerte fuese causa de que os pidiese para nosotros el remedio de semejantes enfermedades, me concedáis a mi y a cuantos hicieren esta novena, y a todos los fieles cristianos que su auxilio imploren, que seamos libres y preservados de tan riguroso azote, no solo en la salud del cuerpo, sino de todo contagio de las almas, para que, por vuestra misericordia y su intercesión logremos veros en la Gloria, donde vives y reinas con el Padre y Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
 
Gozos al Señor San Roque
Roque que con dulce amor, serviste al desvalido,
Al enfermo y afligido dispensad vuestro favor.
 
1.-Pisando mundanas glorias, por Jesús te hiciste pobre y porque todo te sobre su cruz sólo es tu memoria: Oh corazón encendido en el celestial fervor.
 
2.-Todo el fausto reduciendo a un bordón y a una esclavina, tu ardiente celo camina en ir al pobre sirviendo, siempre en Dios embebecido por caritativo amor.
 
3.-De Roma y toda su tierra, de la cruz con la señal, la pestilencia mortal vuestro celo la destierra, favor que os ha concedido el divino redentor.
 
4.-Partiste luego a Plasencia en busca del apestado, y con tu amor y cuidado desechó toda dolencia, aquí saliste herido de una saeta al rigor.
 
5.-Libre ya de este accidente, volviste a vuestro estado, y fuiste aprisionado por vuestra vasalla gente, esta afrenta habéis sufrido con un cristiano valor.
 
6.-En la prisión ultrajado, dando ejemplo de paciencia, a la Divina clemencia rogáis por el apestado, no habiendo descaecido de caridad tu fervor.
7.-Al cabo de cinco años de tan bárbara prisión, vos estando en oración del mundo y de sus engaños, Dios te ha sacado y subido al cielo por morador.
 
8.-Ya conocido de cuantos fueron causa a tu prisión, te rinde veneración desechos en tiernos llantos, porque ya han reconocido tu santidad y su error.
 
9.-Sednos pues, Roque glorioso, defensor de todos males, pues entre angustias mortales os aclamamos piadoso, escuchad nuestro gemido y aliviad nuestro dolor.
 
V/ Ruega por nosotros San Roque
R/ Para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo

 
ORACIÓN FINAL
Dios que prometiste al bienaventurado Roque, que el que le rogase no sería tocado de género alguno de peste, cuya gracia y favor tan singular se lo comunicaste por conducto de un Ángel escrito en una tabla: Te rogamos, Señor, nos concedas a los que le tributamos alabanzas, e interponemos sus méritos y ruegos, seamos libres de la mortífera peste de alma y cuerpo: por Jesucristo Nuestro Señor que vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.