lunes, 25 de marzo de 2013

EL HIDALGO DE ARJONILLA


     Hace algunas fechas encontré una pequeña obra en prosa desconociendo hasta entonces su existencia, su nombre: "Balada en prosa. El hidalgo de Arjonilla."  Ello no tenía que ser demasiado sorprendente pero lo que sí lo fue es el autor, Pedro de Madrazo. Lo que más me sorprende es el conocimiento que el autor muestra de Arjonilla. De este personaje  se exponen a continuación algunos datos biográficos:
     Pedro de Madrazo y Kuntz, fue un pintor, escritor y crítico de arte español, nacido en Roma en 1816 y fallecido en Madrid en 1898. Trabajó como profesor de arte, llegando a dirigir el Museo de Arte Moderno de Madrid. Fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y director de la misma, de la Real Academia de la Lengua y de la Real Academia de Historia.
 
 
     A continuación se publica la obra tal como aparece en la revista Semanario Pintoresco Español en su número 3 del 20 de enero de 1856:

í

 
 

 
 
 
          A continuación se inserta un comentario sobre esta obra publicado por el Grupo de Investigación del Cuento Español del siglo XIX (GICES XIX):


Título:
«Balada en prosa. El hidalgo de Arjonilla»
Título Original:
Variantes del título:
Autor:
Madrazo, Pedro de, -
Revistas:
Semanario Pintoresco Español, -, nº 3 (20 de enero de 1856), pp. 20-21.
Volúmenes:
Variantes:
Resumen:
En la fiesta de la noche de San Juan, el hidalgo más seductor de Arjonilla engaña a una bella joven con el juramento de hacerla su esposa. Al no cumplir el hidalgo la palabra dada, la muchacha pone una demanda ante el juez de la villa demandando justicia. Pero todo es inútil: la falta de testigos del juramento invalida cualquier castigo. El juez libera de todo cargo al hidalgo, no sin que antes la despechada joven ponga a San Juan por testigo de su verdad. Frente a estas palabras y negando las acusaciones de la muchacha, el depravado burlador extrema su cinismo declarando ante el juez que si no es cierto lo que dice Dios le castigue y se "vea arrastrado la primera vez que monte su caballo". Pasado un tiempo llega un nuevo día de San Juan. El hidalgo, presto al reclamo de los festejos, ensilla su caballo manso haciendo oídos sordos a las prevenciones funestas de su madre. Enjaezada su montura, demanda sus espuelas de oro. Por tres veces se resiste su criado a traérselas, entregándole en su lugar un escapulario la primera vez, un crucifijo la segunda y un cirio la tercera. Por fin calza las espuelas de oro y parte a lomos de su caballo que, desbocado y como poseído por fuerzas misteriosas, le conduce sin poderlo impedir hacia el olivar. Certera como una espada, una afilada rama le atraviesa el pecho hiriéndole mortalmente. Dos son los únicos testigos de aquella terrible escena, los mismos que pueden dar fe del juramento no cumplido: San Juan y una joven novicia que contristada contempla el fatal lance desde el cercano convento de Santa Rosa. El caballo arrastra de un estribo el cuerpo del hidalgo hasta llegar a la villa y pararse frente a la puerta del tribunal donde había cometido perjurio.
Temas, motivos y tipos:
Joven sin miedo. Seducción. Traición. Justicia. Muerte violenta. Tribunal divino. Castigo. Don Juan.
Aspectos formales:
La historia se centra en el espacio de Arjonilla y sus aledaños. El narrador combina la narración objetiva, con descripciones parcas y precisas, y una omnisciencia tendente a la digresión de tipo moral. La voz del narrador alterna el tiempo verbal del presente con el tiempo pasado. El tiempo de la historia es de un año, mientras el tiempo de la narración se sucede de forma lineal, aunque con una elipsis temporal y varias escenas dramatizadas que se corresponden con la acción introductoria, la generación del conflicto y su desenlace: la escena de la seducción y el engaño, el perjurio ante la justicia y, por fin, el castigo divino.
Sección:
Observaciones:
Clasificación genérica:
Moral. Religioso. Sentimental.