jueves, 16 de enero de 2014

ARJONILLA CELEBRÓ UN AÑO MÁS LAS CANDELAS DE SAN ANTÓN

      Arjonilla, pueblo amante de las tradiciones, ha celebrado un año más en la víspera de la festividad de San Antonio Abad las tradicionales "candelas de San Antón". Aunque es cierto que el ambiente ha sido menor que en años anteriores y que también ha sido menor el número de candelas que han sido sólo cuatro: Plaza de la Encarnación (Ayuntamiento), calle Teniente Rueda (Residencia Sagrada Familia), Hogar del Jubilado y plazoleta de Santiago (Disco Pub La Fontaine). Hemos echado de menos la candela que desde hace tiempo venía organizando el Centro de Adultos Trovador Macías.
     Esta celebración arjonillera tiene su origen en tiempos bastante remotos (época medieval posiblemente) en los que se inició la costumbre de encender candelas en las puertas de las casas con el objetivo de espantar posibles espíritus que podían acabar con los animales domésticos que tanto ayudaban a sus dueños en las tareas agrícolas.
     Las candelas se formaban a base de ramón procedente de la poda del olivar, añadiendo mobiliario y enseres caseros ya inservibles. El número de candelas que se encendían en el pueblo era muy elevado. En torno a ellas se congregaban los vecinos de cada una de ellas, llevando también sus viejos enseres aquellos vecinos que no encendían la suya propia. Era una tarde-noche de gran convivencia en la que se bailaba, se cantaba y se comía.
     En torno a las candelas se formaban corros, todos cogidos de la mano y girando alrededor del fuego se cantaban canciones, normalmente de tono burlesco y pícaro. En Arjonilla las más recordadas son las dedicadas al personal femenino de servicio de la familia Coello de Portugal que en esa época del invierno permanecían unos días en el pueblo con motivo de la recolección de la aceituna. Yo recuerdo la llegada cada año (años 6O) al pueblo de la Srta. Carmen Coello de Portugal ya que bien mi padre o mi tío Matías hacían de chóferes suyos durante su estancia aquí.
     Las letras de las canciones se  acompañaban de un estribillo igual para todos. Recordaremos dos de ellas dedicadas a las criadas de la familia antes citada en las que se le atribuían a este personal pocas cualidades para el trabajo y más para el amor.
 
                    Las criadas de los Coellos
                    la noche de San Antón
 
                    Ay, chíviri, chíviri, chíviri
                    ay, chíviri, chíviri, chón.        (ESTRIBILLO)         
 
                    Por saltarse las candelas
                    se han quemado el gorrión.
 
                    Ay, chíviri, chíviri, chíviri
                    ay, chíviri, chíviri, chón. 

 
 
                    Las criadas de los Coellos
                    no saben fregar los platos
                    pero sí saben limpiarle
                    a su novio los zapatos
 
                    Ay, chíviri, chíviri, chíviri
                    ay, chíviri, chíviri, chón. 

     También algunos iban visitando las candelas haciendo ruido con el sonar de las esquilas y cencerros que solían llevar ceñidos alrededor de la cintura. Otros hacían soplar caracolas para emitir el típico sonido del esqueleto de algunos animales marinos.
     Los jóvenes más osados realizaban peligrosos saltos de las candelas cuando éstas estaban ardiendo en llamas y parte del suelo ocupado por las ascuas que ya habían ardido.

Plaza de la Encarnación
     Como es tradicional, en esta candela el Ayuntamiento ofrecía a los visitantes de la candela la posibilidad de tomar una copa de cerveza o vino y algunos aperitivos (patatas fritas, cacahuetes, aceitunas,...).
 
 
 

 
 














 
     Estando en esta candela, un señor desconocido para mí me preguntó que si esto era una costumbre y me dispuse a explicarle un poco esta tradición arjonillera. Para despedirse, este señor me dice que se encuentra casualmente en el pueblo y que estaba por ser el chófer de la Sra. Carmen Coello de Portugal. Entonces le he contado lo de las canciones y antes de marcharse le pedí saludase a esta señora en  mi nombre. A los pocos minutos, la Sra. Coello se hizo presente en la Plaza de la Encarnación acompañada de una hija suya, compartiendo un buen rato de charla con ellas. También accedió a la realización de una fotografía para que quedase constancia de la actual representante de esta familia en Arjonilla recordando la relación de sus antepasados con esta fiesta arjonillera.

Doña Carmen Coello de Portugal




La Sra. Coello de Portugal departiendo amablemente con Jacinto
 
 
Residencia Sagrada Familia
 
 





Hogar del Jubilado





Plazoleta de Santiago (Disco Pub La Fontaine)