Cuando ya se acerca la celebración de la festividad de San Cristóbal, patrón de los conductores, vamos a recordar algunos aspectos relacionados con esta tradición típicamente arjonillera, pues se trata de unos actos poco extendidos en toda la geografía nacional.
Como ya hemos escrito en varias ocasiones, todo tiene su origen en un grupo de amigos que los unía el ser conductores y que se reunían en los años 50 para festejar a su patrón. Lo hacían pasando un día de convivencia en la que se compartía además de una buena amistad, algo de comida y bebida. La comida consistía en pisto y unas cabezas asadas que les preparaba alguna de las esposas de los reunidos. En 1960 acordaron dar formalidad al tema y formar una hermandad. Mi padre, que era uno de los miembros de ese grupo, escribió de puño y letra aquellos orígenes y de su escrito he entresacado textualmente lo que se reproduce a continuación:
"La reunión formal para la
formación de la hermandad estuvo presidida por el sacerdote D. Fernando
Caballero González. De entre los conductores recuerdo los siguientes:
Juan
Cordones (el mayor de todos), Matías Rueda
Mercado, Alfonso Rueda
Mercado, Pedro Pérez
Cuesta, Juan de D.
Carmona Úbeda, Ángel Cano
Luque, Lucas Bejarano
Rueda, José Bejarano
Pérez, Francisco
Puentes Ramírez, Ángel García
Morón, Pablo Úbeda
Carmona, Roque Bejarano
Pérez, Miguel Carmona
Zafra,Manuel Zafra
Mena, Pablo López, Leopoldo
García, Alberto de la
Torre Roldán, Roque Cañones, Manuel Álvarez
Carmona, Martín Carmona y Rosario García
(la primera mujer)."
En 1962 llegó a Arjonilla la imagen de San Cristóbal adquirida por la hermandad en Olot.