El Ayuntamiento adjudicó uno de los huertos sociales a la Residencia Sagrada Familia para su utilización con los allí residentes.
La Dirección y personal de la residencia acogió esta iniciativa municipal con gran alegría y satisfacción, sabiendo que sería un complemento útil para su uso con las actividades que se desarrollan con los mayores.
En primer lugar, Manuel López, el encargado de mantenimiento de la residencia fue el encargado de llevar a cabo las instalaciones precisas en el huerto para su funcionamiento como la instalación del riego. Posteriormente llegó el ofrecimiento desinteresado por parte de José Cuesta de hacerse cargo del mantenimiento del mismo: plantación, riego y todo lo que implica un correcto funcionamiento del mismo. José es el padre del cocinero de la residencia, Antonio Cuesta Pérez, quién además también se encuentra muy implicado en el funcionamiento del mismo, acudiendo a menudo para realizar allí las tareas necesarias en cada momento. Acuden también regularmente algunos de los residentes que se encuentran bien físicamente para realizar algunas tareas, como es el caso de Francisco Sillero.
Ayer visitaron el huerto un grupo de residentes con movilidad reducida para ver las instalaciones del mismo y nos aseguran las trabajadoras del centro que los acompañaron, que el disfrute de todos fue grande, sobre todo de los hombres, más acostumbrados a la realización de labores agrícolas años atrás.
Esto no nos puede llevar a otra cosa que sea el reconocimiento por esta labor, una entre tantas, que se hacen con las personas allí acogidas. Agradecimiento a esta iniciativa municipal, a los gestores de la residencia y sus trabajadores, y en este caso, a iniciativas particulares como esta de José Cuesta, de colaborar desinteresadamente en beneficio de nuestros mayores. Esto nos puede llevar a pensar que existen muchas posibilidades de ayudar a nuestros mayores, cada uno en la faceta que conozca y quiera compartir con los demás. Animo a ello.
