Hace unas fechas con motivo de la finalización del presente curso escolar
2013/14 el CEIP García Morente publicaba un nuevo número de su revista escolar LA VOZ DE MI ESCUELA en el que publicaba un artículo sobre la Memoria realizada por el maestro don Roque Ramírez Olivares, titular de la Escuela de Niños nº 1 de Arjonilla que nos va a permitir conocer algunos aspectos de la situación de la enseñanza en nuestro pueblo hace 90 años.
La Memoria escolar es el documento donde los maestros y maestras
tendrán dejan recogido el análisis de cómo ha ido el curso, la marcha del
aprendizaje de su alumnado, el grado de consecución de los objetivos marcados a
principio de curso, actividades realizadas, propuestas de mejora para el curso
siguiente, etc. A continuación reproduzco este artículo para que pueda ser leído por los interesados/as en conocer la situación de la enseñanza en Arjonilla en los años 20.
"Para
ponernos un poco en situación y así poder comprender mejor lo escrito por el
maestro, por cierto, arjonillero, es conveniente ofrecer algunos datos de
aquellos años. Contaba Arjonilla en 1923 con 5.416 habitantes y un censo de
población en edad escolar (6-13 años) de 936 niños/as. Existían sólo dos
escuelas públicas de niños y una de niñas. Los maestros de estas escuelas eran
don José Fajardo Navarro, don Roque Ramírez Olivares y doña Juana López Juárez.
Existía además otra escuela dedicada a los párvulos (niños y niñas menores de 7
años) que fue creada en 1894 y regida por un Real Patronato, pagando los
haberes de la maestra, la Infanta doña Isabel de Borbón y Borbón, mientras que
el Ayuntamiento se hacía cargo del alquiler del local de la escuela y casa de
la maestra. Estuvo ubicada en la calle Alonso Coello(entonces Luis de
Castilla). Esto provocaba que no pudiera asistir a la escuela las dos terceras
partes de los niños y niñas en edad escolar.
Desde
finales del siglo XIX funcionaba también una escuela privada de niños que
estaba a cargo del maestro don Rafael Carmona Cledera, teniendo que pagar los
niños por su asistencia. Tenía una matrícula escasa, en torno a la veintena de
niños.
El nivel de
instrucción de los/as arjonilleros a principios del siglo XX era muy escaso. En
un censo electoral de 1902 en el que estaban sólo varones mayores de 25 años
porque las mujeres no podían votar, de los 1.113 que figuraban en él, sabían
leer 337, lo que supone el 30 %. A eso habría que añadir que el caso de las
mujeres sería aún peor porque iban menos a la escuela. Se calcula finalmente
que sabía leer uno de cada ocho arjonilleros/as, aproximadamente.
Don Roque Ramírez
Olivares tomó posesión de la escuela de niños nº 1 en 1919. Al finalizar el
curso 1923/24 realiza la Memoria del curso finalizado para presentarla a la
Junta Local de Primera Enseñanza, según indica él mismo, en cumplimiento de lo
dispuesto en el Art. 24 del Real Decreto de 5 de mayo de 1913, referente a la
labor realizada en el curso indicado en
la escuela de su cargo.
La Junta Local de
Primera Enseñanza estaba formada por los siguientes componentes:
CARGO NOMBRE Y APELLIDOS REPRESENTACIÓN
Presidente Ángel Hernández Martos Alcalde
Vocal Luis Salcedo Gómez Concejal
Vocal Sebastián Ramírez Lara Concejal
Vocal Juan Castillo Torices Inspec.
Sanidad
Vocal Juan J. Carmona Hernández Padre de familia
Vocal Manuel
Cañones Modrego Padre
de familia
Vocal Francisca Barrera Sicilia Madre de familia
Vocal Rosa López Carmona Madre de
familia
Vocal José Vera Mármol Cura
Párroco
Vocal Fernando Romero Carrillo Farmacéutico
Vocal José Fajardo Navarro Maestro
Nacional
Vocal Juana López Juárez Maestra
Nacional
Secretario Antonio Bernal Díaz Secret.
Ayuntamiento
La Memoria consta
de tres apartados que vamos a analizar.
Punto 1º Trabajos
realizados
Se indica en
este primer punto que el curso comenzó el día 1º de septiembre y finalizó el 17
de julio. La matrícula de esta escuela figura en el cuadro siguiente:
La asistencia del alumnado va en
aumento desde el comienzo del curso hasta mediados de noviembre que empieza a
decrecer, manteniéndose así hasta marzo, fecha ésta en la que de nuevo se
inicia un aumento hasta mediados de junio, que de nuevo se aprecia un decrecimiento.
El maestro, buen conocedor del pueblo, achaca estas oscilaciones a las faenas
agrícolas, “pues el olivo y los cereales
son las principales fuentes de riqueza de esta población.
En cuanto a
los trabajos escolares afirma que se han desarrollado con normalidad,
habiéndose trabajado en todas las materias del programa y “tratando
más detenidamente, la lectura, escritura, formación moral y religiosa,
Aritmética práctica y Agricultura.En Otoño y Primavera, se han realizado
algunas excursiones escolares los jueves por la tarde aprovechándolas para
explicar prácticamente algunos temas de fenómenos de la Naturaleza y en
Invierno, en los mismos días, las excursiones han sido a las fábricas de
aceites donde los niños han estudiado prácticamente la elaboración de tan
preciado producto.”
Punto 2º Resultados
obtenidos
El maestro
remite para apreciar los resultados a la exposición realizada de los trabajos
de los escolares. Sólo hace referencia a los alumnos que se habían incorporado
en este curso a la escuela: “…dos de 12 a
13 años, no obstante ser analfabetos, por su asiduidad a la Escuela han
conseguido llegar a dominar las distintas operaciones aritméticas con enteros y
decimales y leer y escribir con relativa corrección y 6 más que poseían algunos
conocimientos han igualado a los dos antes citados. En cambio, existen 7 de
cursos anteriores que dadas sus muchas faltas a duras penas han podido llegar a
tal altura.”
Concluye este
punto que sólo 14 de los alumnos de la escuela asisten con puntualidad.
Punto 3º Obstáculos
a la labor escolar
Comienza así este punto para
justificar la ausencia de los niños a la escuela:
“Adán y Eva en el
Paraíso y como consecuencia de su desobediencia fueron castigados por Dios
Nuestro Señor, entre otros, a ganar el sustento con el sudor de su frente; y a
tal se dedican los hijos de este mi querido pueblo desde muy pequeños,
retirándose a instancias de sus padres de las Escuelas por cortos lapsos de
tiempo o definitivamente a la corta edad de 9 ó 10 años para dedicarse al cultivo
de nuestra Madre Tierra.”
Como
conocedor del pueblo, afirma que los motivos de las ausencias de los niños a la
escuela son dos: “La una el ahorro en las
familia pudientes y la otra, la necesidad en las familias pobres.” Hay familias
que están bien acomodadas y no obstante llevan a sus hijos a recolectar y a
rebuscar los frutos de sus propias fincas; por tanto prefieren el ahorro de un pequeño jornal a la instrucción que en
los centros docentes puedan recibir y hacen dos daños; quitar ese jornal a otros
más necesitados y privar a sus hijos de la Educación viéndose satisfechos al
final de la jornada si han conseguido amontonar más pesetas sin tener en cuenta
la frase de Jesucristo: “No intentes atesorar dineros en la
Tierra…
Refiriéndose a las menos acomodadas, aunque
es un absurdo tiene alguna explicación pues matrimonios con varios hijos y poco
ingreso, necesitan de sus mayorcitos algo que unido a la ganancia de sus padres
satisfagan sus citidianas necesidades, desafiando los intensos fríos de Invierno
y la axfisiantes calores del Verano.
Todos los seres están llamados a adaptarse en el mundo en
el que han de vivir y tal lo considera Rousseau cuando dice: “La vida en contacto con la
Natrualeza es el mejor medio de vigorizar y fortalecer el cuerpo”.
Afirma el
maestro que realizar las tareas
agrícolas “constituye un ejercicio físico
pero el consumo de energías, la lucha y los constantes esfuerzos que hacen dada
su corta edad, tienen que contrarrestarse con buen alimento, abrigo y descanso
proporcionado. Como todas estas condiciones no pueden satisfacerlas las
familias pobre el individuo así abandonado a la Naturaleza, pierde energías
físicas, intelectuales y morales y por tanto no se desarrolla, carece de
sentimientos y adquiere estados morbosos y en tales estados la Naturaleza es
impotente para reaccionar contra el mal y muere el individuo, en tanto que
otros algo desarrollados soportan el medio ambiente y vive, si, pero viven
endurecidos y sujetos a no pocos sufrimientos.”
Otro caso que dice que entorpece la labor escolar “es la falta de instrucción de los padres.” Indica aquí como ejemplo los casos en los que
los niños a la hora de justificar una ausencia prolongada a la escuela
afirmaban que era debido a que habían estado “guardando el hato a mi padre”. Este hecho dice que es considerar al niño como animal irracional.
Como último
caso de entorpecimiento de la labor escolar, cuenta lo siguiente:
“Una madre (pues
generalmente son ellas las que acompañan a sus hijos a la Escuela) llega a
matricularlo y notando que no es lo suficiente para dominarlo, que no hace
carrera con ella dice: “Señor Maestro. Mi hijo está apedreando perros y lo traigo para que lo
tenga recogido” y por milagro dice
“…. para que aprenda.” ¿Consideran a la Escuela como almacén de
niños? Tal vez porque vean las Escuelas
abarrotadas saquen tal consideración.”
Termina el
maestro la Memoria lamentando que en Arjonilla, su pueblo, sólo haya dos clases de niños y una de niñas
dado el elevado número de ellos en el pueblo. Y anuncia que para el curso
siguiente por deseo de los maestros y de las autoridades “se fundará una cantina y un ropero escolar y de esa manera veremos
frecuentadas más asiduamente las Escuelas.” Entendemos por cantina una especie de comedor
o más bien el hecho de facilitarle a los niños algún tipo de alimento."
Firma del maestro en este documento |