Además de caluroso, el mes de mayo ha sido seco ya que ha transcurrido sin que la luvia haya hecho su aparición, precisamente en un momento en el que se le está echando mucho de menos para un buen desarrollo del olivo con vistas a la próxima recolección.
En los últimos 33 años (desde 1982), esta situación de no haberse producido lluvia en el mes de mayo, se ha repetido en tres ocasiones: en los años 1983, 1990 y 1991. En 1995 la precipitación fue de 1 litro/m2.
Por tanto, la lluvia registrada hasta el momento en el año agrícola 2015/16 es la misma que en el mes anterior, es decir, 368,5 litros por metro cuadrado.